Los cuentos no deberían faltar en la
infancia de ningún niño, ellos son portadores de la fantasía, de los recuerdos,
de la historia y la cultura… Deben ser alimento cotidiano para el cerebro del
niño.
¡Consejos para una familia que lee!
1. Mira con ellos libros de
ilustraciones. Antes que tus niños aprendan a leer, estimúlalos con libros
llenos de ilustraciones, esta es una excelente manera de comenzar a amar la
lectura, conversa con ellos acerca de lo que piensan de los dibujos, sorpréndete
junto con ellos.
2. Léeles cuentos. Busca un momento
especial, cuando estés menos ocupada/o, en la tarde o en la noche para que tus
niños escuchen encantados la historia que les estas contando. Pueden ser los
mismos cuentos que te contaba tu mamá o abuela para que mantengas la tradición
de tu familia o cuentos de algún libro infantil. De preferencia estos cuentos
deben tener rimas, folclor infantil y canciones. Ese momentos juntos debe ser
especial.
3. Cántales y recitales poesías para
niños. Estas expresiones artísticas también despertaran su curiosidad.
4. Da el ejemplo. Que tus niños te
sorprendan leyendo, ya sea un libro, una revista o un periódico, que vean que
para ti la lectura es una actividad valiosa, haz que sienta curiosidad por
conocer las historias y los mundos que hay en esos libros que lee su mamá o
papá.
5. Llévalos al teatro. Llévalos a ver
exposiciones de arte, museos y otros espectáculos culturales. Estas actividades
son básicas para afinar su sensibilidad y despertar su imaginación y curiosidad.
6. Llévalos a funciones de títeres. No
hay nada mejor para estimular su curiosidad y contarles historias divertidas.
Los títeres son mágicos.
7. Lee con ellos. Comparte y comenta las
lecturas. Cuando leas un cuento finge diferentes voces según el personaje, haz
gestos para que el cuento sea más ameno.
8. Llévalos a una librería. Haz que una
librería sea un sitio de escape para tus hijos, que sepan que dentro de cada
libro hay una historia, un personaje, un mundo por conocer.
9. Llévalos a la biblioteca más cercana.
Sácales un carné y explícales cómo funciona una biblioteca y todos sus
beneficios. Busca la ayuda del bibliotecario especializado.
10. Crea y cuida una esquina del libro en
tu casa. Una esquina donde reúnas todos los libros, revistas, álbumes de
figuritas o de fotos que tengas en tu casa. Crea una mini biblioteca familiar,
solo hace falta unos cuantos libros y un pequeño estante. El lugar tiene que
ser de fácil acceso para los niños.
11. Lee, comenta y aprecia las
publicaciones que hagan tus hijos en su colegio. Monografías, revistas,
libritos.
12. Incluye la compra de libros en tu
presupuesto. Los libros no son un regalo excepcional, son un alimento cotidiano
para el cerebro de tus hijos, son más valiosos que unas cervezas, cajetillas de
cigarros o un par de jeans.
13. Conoce a tus hijos. Analízalos y
averigua cuáles son sus temas favoritos. Jamás les impongas una lectura ya que
esto es contraproducente.
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